El sistema inmunitario protege al individuo de sustancias que pueden ser nocivas, como son algunos microorganismos, toxinas, y algunas veces células cancerígenas, que están recubiertas de antígenos (proteínas). Cuando los antígenos ingresan en el cuerpo el sistema inmunitario los reconoce como elementos extraños, no propios del cuerpo del propio individuo, y los ataca.
Esto ocurre cuando
una persona recibe un órgano de otro individuo durante una cirugía
de trasplante, el sistema inmunitario lo puede reconocer como un
cuerpo extraño, ya que os antígenos que recubren el órgano pueden
ser diferentes o no son compatibles con los del propio individuo,
rechazando así el trasplante, aunque no siempre se produce un
rechazo, ya que en ocasiones y ya se procura que sea así, el órgano
trasplantado tiene los mismos antígenos que el individuo
trasplantado.
Para evitar el
rechazo los médicos cotejan el órgano del donante y el de la
persona que lo recibe, ya que cuanto más similares sean los
antígenos entre el donante y el receptor, habrá menos posibilidad
de rechazo. Además de emplean medicamentos para inhibir el sistema
inmunitario de receptor.
Los antígenos
cuanto más similares habrá menos posibilidad de rechazo; no existen
dos personas, exceptuando los gemelos idénticos, que tenga antígenos
de tejido idénticos.
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